Plantamos todas las flores en los jardines de los demás.
Lo hacemos porque eso es lo que queremos, nutrir nuestras relaciones, crear conexiones significativas con las personas que creemos que son importantes para nosotros.
Sin embargo, a veces deambulamos en los jardines que elegimos para poner nuestras semillas de amabilidad, dedicación, de afecto, tiempo y energía.
Y es un error porque nuestras acciones no son reconocidas, porque hay personas que se acostumbran a ser alimentadas pero que olvidan que una relación se basa en el intercambio, en la reciprocidad y, sobre todo, en una madurez psicológica y emocional donde ambos miembros ganan y donde nadie pierde.
No siempre es fácil construir vínculos fuertes y enriquecedores con las personas que nos rodean Hay algunos que nos traicionan, que nos descuidan y que a veces deliberadamente nos ponen a un lado.
De todos modos, hay algo que no debemos olvidar: preocuparnos por los demás y siempre trata de dar lo mejor de ti mismo Es la manifestación de nuestra nobleza.
Pero es esencial que nunca olvides cuidar las raíces de la flor más hermosa: nuestra autoestima. Le sugerimos que piense en esto.
No existe una fórmula mágica que nos permita saber simplemente una visión que no nos traicionará, que siempre estará presente, que es honesto y que nos ofrecerá esa cercanía a través de la cual encontrar apoyo para crecer como persona.
Relaciones, pareja o amistad, consolidarse con el tiempo, después de pasar los primeros momentos, donde el enlace se pone a prueba.
Luego, sin querer, descubrimos quién vale la pena y quién no.
Pero nunca es demasiado observar una serie de dimensiones que nos dan pistas.
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La coherencia emocional se refiere a ese equilibrio psicológico con el que garantizamos a los demás que tenemos Actuemos siempre y reaccionemos de la misma manera.
El compromiso se establece a través del interés constante, la atención que nunca se pierde o se agrieta, y un vínculo que se mantiene en el tiempo, de una manera significativa.
Esta dimensión puede se manifiesta de muchas maneras:
Todos tenemos necesidades básicas. Reconocerlos es esencial porque de lo contrario siempre cometeremos el error de invertir en otros y olvidar que merecemos y necesitamos atención, atención y reconocimiento.
Estas son las necesidades básicas que deben cumplirse. estar cubierto por nuestras relaciones diarias:
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Todos cometemos errores, Todos merecemos poder contar con el perdón de aquellos que son queridos por nosotros para ser mejor, para construir relaciones más fuertes.
Este tipo de personalidad que no puede reconstruir, rehabilitar, reconocer el error o darse el lujo de reparar lo que sucedió es, sin duda, un perfil problemático que nos trae más miseria que bienestar.
Para concluir, si piensas en estas dimensiones, entenderás que hay pistas siempre pequeñas en personas en que es interesante para invertir y plantar r semillas, ilusiones y esperanzas
Por el contrario, hay jardines en los que es mejor no transitar.
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No es porque exista el perdón que uno pueda lastimar
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